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Este encargo comenzó con la solicitud de búsqueda de un departamento en Ñuñoa que ofreciera cualidades de casa, como múltiples orientaciones y vistas, preferentemente dos niveles, espacios generosos, etc. La mandante, una joven matemática, desde el comienzo manifestó su interés por la Villa Frei y luego de un tiempo de búsqueda, se seleccionó un dúplex de este conjunto habitacional.

La reforma persigue como primer objetivo actualizar la distribución del departamento, que originalmente fue pensada para una familia promedio de la década del 60, a una distribución actual, más informal y para menos usuarios. Dos dormitorios y un pequeño baño de bajo estándar espacial se eliminan para dar cabida a menos recintos pero de mejor calidad. En segundo lugar se restauran terminaciones y actualizan todos los sistemas.

Se decide abordar la intervención en dos etapas. En la primera, se interviene completamente el primer piso, vaciándolo de todo lo no estructural, terminaciones y sistemas antiguos, para luego construir un volumen de mobiliario fijo que contiene una cocina abierta, sus artefactos, almacenaje, oculta los elementos estructurales y define la nueva espacialidad del living y comedor: holgada, extrovertida y abierta. En esta etapa también se reestablece la logia del departamento en su posición original. En la segunda etapa se eliminan todas las subdivisiones no estructurales del sector poniente del segundo piso, para luego definir una nueva distribución que contempla un dormitorio cómodo, con baño privado y walk-in closet. El segundo dormitorio y baño originales se restauran.

Se plantea una paleta de materiales y colores reducido y neutro, destacando la arquitectura modernista del departamento y capaz de recibir de manera flexible los muebles y decoración de la mandante.

Fotos por Sebastián Milla.