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Ubicado en el último piso de un edificio de la década del 50 en un barrio de fachada continua, la reforma de este departamento actualiza el comedor y la cocina a las necesidades del presente, replanteando el pensamiento original que definió estos espacios: una cocina pequeña y aislada del resto del departamento, pensada para el servicio “oculto” y un comedor compacto al modo de un dining alcove o dinette, reflejan las innovaciones que el mercado inmobiliario de la época proponía para ahorrar superficie. La propuesta elimina las divisiones entre estos recintos dejando expuestos la estructura y un espacio de uso familiar totalmente abierto.

En la nueva distribución cocina y comedor comparten una isla, según el uso flexible que se espera para este espacio. Se renuevan además mobiliario fijo, instalaciones, artefactos y terminaciones de la cocina.

En el hall de entrada se proyecta una doble altura, un volumen vacío luminoso que permitirá el acceso a una terraza sobre la losa del departamento.

El resto del departamento será restaurado actualizando instalaciones eléctricas y terminaciones generales, además de modificaciones en puertas y pasillos para mejorar la privacidad del área de dormitorios.